martes, 11 de marzo de 2014

Nuevo punto de inflexión

Que abandonado tenemos este blog, con la ilusión que pusimos en su creacción y ahora no hacemos uso de él.

Pues va tocando escribir sobre el camino avanzado y aprendido, sin necesidad de hacer una ruta por el campo.

El pasado fin de semana ibamos a caminar por la zona de Patones y también por el parque del Capricho.

Mis hijos deciden no irse con su padre y nos truncan los planes, por lo que nos quedamos sin ese paseo que tanto deseabamos hacer.

Y no sólo eso, han trastocado la visión de la relación que mantenemos. Ayer mismo me comentaba sus miedos, sus dudas, sus temores, todo de golpe... cuando mi preocupación por mis hijos no me permiten centrarme en la pareja.

Por lo que, que en este momento me asalte con sus inseguridades, me hace sentir saturada, sobrecargada, agobiada... aunque para él sea el momento de expresarlo, no es lo que necesito ahora.

Hay cosas que necesitas de una pareja y es comprensión y apoyo cuando las circunstancias lo precisen. En este momento hay un tema que me preocupa y ocupa mis pensamientos y sentimientos, por lo que añadirle más preocupaciones no es lo que se espera, ni lo que se necesita de una pareja.


Soy consciente de que estamos trabajándonos individualmente y avanzando en mayor o menor medida. Que a veces voy deprisa y eso hace que se agudicen sus miedos y crea que todo desaparezca.

Lo hemos hablado muchas veces y seguramente no acabemos juntos como pareja, pero siento que quiero tenerle cerca, que no desaparezca de mi vida.

Pero a veces frena mi evolución con sus temores, siento que quiere agarrarme con desesperación y después de lo que ayer me decía sobre tus sentimientos, en los que más que ser feliz, vive en una constante tortura y anulación de su ser, me hace pensar que lo mejor es separar nuestros caminos. Se lo he dicho y se lo digo, pero no quiere escuchar.

No comprendo que prefiera vivir arrastrándose y comiéndose sus deseos, no quiero que viva así, quiero que recupere su esencia y su vida. No quiero a mi lado alguien que sufre.

Quiero que se ame y que deje de sentir el amor de manera tóxica. No ama sanamente porque prefiere vivir un martirio a sentirse libre y feliz.

Seguramente no me haga caso y siga agarrándose desesperadamente, pero tarde o temprano se acabará y no me gustaría que sucediese cuando el daño ya es irreparable.

Sabe que le quiero y por eso no quiero verle así. Así no quiero estar.




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